Dentro de poco La Gavina imprimirá sus trabajos con una nueva técnica basada en la trama estocástica, un sistema de tramado de imágenes en el que se consiguen las distintas tonalidades de color mediante la distribución aparentemente aleatoria de puntos de tinta.
Aunque la distribución de los puntos de tinta parece azarosa, de ahí que se llame estocástica, no lo es. La densidad de la tinta es la que define las distintas tonalidades, de forma que en las zonas claras hay menos puntos, mientras que en las oscuras hay mayor densidad de puntos de tinta. Por tanto, el tamaño de los puntos no varía, sino que lo que varía es la frecuencia de su distribución, motivo por el cual también se las conoce como 'tramas de frecuencia modulada'.
Entre otras ventajas, la utilización de esta técnica permite la obtención de una mejor calidad de impresión, que contribuye a un detalle mayor en la imagen y unas transiciones tonales mucho más suaves, y requiere un menor consumo de tinta para lograr densidades deseadas.
Además, permite la reproducción ilimitada de grises, ya que no se emplean lineaturas y la resolución de filmado es baja. También aporta gran facilidad para reproducir colores spot utilizando medios tonos, puesto que trabaja con un espacio de color más amplio, y cuenta con mayor volumen de color o gamut, debido a una mayor reflexión de la luz por los micropuntos.
Por otra parte, al no existir ángulos entre los colores, con el tramado estocástico se elimina el efecto muaré, que se produce cuando la superposición de dos o más patrones de dibujos repetitivos genera la aparición de un nuevo patrón repetitivo no deseado. Se trata de un efecto muy habitual en televisión, cuando aparecen en pantalla estampados a rayas muy finas.
Imágenes: www.gusgsm.com


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